domingo, 3 de noviembre de 2013

La última copa

   Michael era escritor. Vivía en una buhardilla cerca de Monmartre, le gustaba el color amarillo y siempre llevaba sombrero. Últimamente, antes de dormir, solía tomarse una copa de vino para llegar a la cama algo menos enfadado con el mundo; y es que hacía meses que Michael no podía escribir. Incluso tuvo que recuperar su primer trabajo en la capital, como pianista en un burdel, para seguir pagando su alojamiento. Pero aquella noche no había vino y Michael decidió perderse por las calles.

   De repente un "perdona". Ella era joven. Él no sabía que acababa de encontrarse con su historia.


2 comentarios:

  1. Pero que maravilla,,que genial, con escritos así yo me emociono. Es tan bello, tan profundo, tan dramático... Pura poesía en prosa. Te lo dice un anónimo.

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    1. Cosas como estas hacen que merezca la pena, aún más si cabe, escribir. Mil gracias! Te lo dice la que escribe.

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